viernes, 20 de enero de 2012

El cónclave sevillano

Lo normal es una victoria clara de Alfredo Pérez Rubalcaba en el 38 Congreso Federal del PSOE. Lo contrario sería un sorpresa. Hasta le momento, unicamente, Carme Chacón es fuerte en Cataluña, donde el aparato del PSC se ha posicionado con su dirigente. En Andalucia dependerá todo de la autoridad con que Griñán resuelva los problemas en los congresos provinciales. Atención a la guerra interna en la Federación Andaluza, la más numerosa en número de delegados de todas. Chavez y Zarrías están maniobrando en los comités locales y provinciales a favor del ex-ministro del Interior. Es un escándalo la cruenta batalla en Sevilla. En la que todo apunta perderá el sector afín al presidente de la Junta (pro-Chacón), quién incluso puede quedarse fuera de la lista de delegados que participasen en la elección del próximo secretario general. Para más inri en la capital hispalense. Algo que para sus reducidas posibilidades electorales en las elecciones andaluzas que tendrán lugar en apenas dos meses, hace que pueda agudizarse aún más, la crisis en el socialismo andaluz. Es evidente, en mi modesta opinión, que el Congreso debía de haberse aplazado, solamente por la cercanía de las elecciones autonómicas andaluzas, motivo suficientemente importante.
En Madrid está la incógnita de la fuerza de Tomás Gómez, siempre tan impredecible y surrealista. Incluso hay quienes amenazan con su candidatura, algo que suena a gracia de corrillo. En el resto de federaciones la tónica es una dualidad de apoyos para los principales y hasta la fecha únicos pre-candidatos. Cierto es que Rubalcaba parte con ventaja en la mayoría de ellas. Son muchos los secretarios generales de los socialistas de CCAA que lo apoyan. 
Las espadas están en todo lo alto. Restan dos semanas para la celebración del cónclave socialista, marcado por una aparente división del partido entre dos frentes, Rubalcaba y Chacón.
La escasa fiabilidad que mucha militancia más moderada y centrista, le merece Carme Chacón, en su condición de militante del PSC, feminista, catalanista y considerada continuación del Zapaterismo hacen que la mayoría del aparato del partido se haya inclinado por Rubalcaba. Zapatero sigue escondido, aunque según muchos medios apuntan, al igual que Griñán, ejerce y ejercerá una neutralidad activa a favor de la catalana. La "vieja guardia" está con Alfredo, no sólo es Chavez, también es Javier Solana, Ramón Jaureguí, Francisco Fernández Marugán y José María Benegas. Y aunque no se hayan declarado aún afines a Rubalcaba, es evidente que Alfonso Guerra, Joaquín Almunia, José Bono, Juan Carlos Rodríguez Ibarra y muchos otros, no están a favor de la candidatura de Chacón. Además, el cántabro, cuenta con la determinante ayuda del Lehendakari Patxi López y la Federación vasca.
La supervivencia del zapaterismo depende del futuro de la ex ministra de defensa, de ahí que la mayoría de apoyos los haya recibido de cargos de esta etapa, al contrario que su contrincante que aúna una candidatura de consenso, intergeneracional y de mayor unidad.
Pero todas las cartas no están sobre la mesa, falta saber si habrá algún otro aspirante. Un aspirante de última hora, que pudiera dar un puñetazo encima de la mesa, y influyera de manera decisiva en el resultado del cónclave socialista en Sevilla. El nombre de un hombre suena con fuerza, el actual alcalde de Toledo, Emiliano Garcia-Page. La aspiración de esta candidatura no sería ganar el congreso, algo tremendamente complicado, más bien el de alterar con una serie de propuestas dicho congreso. Por cierto, raro es que Bono haya desaparecido. Ahora dicen, está en Guinea Ecuatorial visitando al dictador Teodoro Obiang. Esperemos su regreso, alguna sorpresa seguro nos da.
 ¿Y qué opina Felipe González? ¿Está con Rubalcaba o Chacón? Es la gran pregunta. Pero aún sin respuesta, esperemos acontecimientos. Buenas noches.

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